La Vila Closa – Altafulla
La Vila Closa de Altafulla es una auténtica joya medieval que te espera en la soleada Costa Dorada. Este enclave histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, te transportará a épocas pasadas mientras disfrutas de la brisa marina y la rica cultura catalana. Acompáñame en este viaje virtual y déjate seducir por la magia de Altafulla. Se trata de la “parte vieja” de esta pequeña localidad de la provincia de Tarragona, un lugar que, aunque vivo cerca, desconocía por completo desde que nací.
La Vila Closa, de Altafulla, alberga numerosos rincones de gran encanto.
Un paseo por la historia
Los orígenes de Altafulla se remontan al siglo XI, cuando formaba parte del Condado de Barcelona. Su ubicación elevada y estratégica, con vistas al mar, la convirtió en un punto clave para la defensa del territorio. El nombre de Vila Closa, que significa «villa cerrada» en catalán, no es casualidad: hace referencia al recinto amurallado que originalmente protegía el núcleo de Altafulla.
Aunque gran parte de la muralla ha desaparecido debido al crecimiento urbano, aún se conservan vestigios que nos permiten imaginar su antigua estructura defensiva. La importancia histórica y arquitectónica de la Vila Closa fue reconocida oficialmente en 1998, cuando la Generalitat de Cataluña la declaró Conjunto Histórico-Artístico. Esta distinción subraya el valor patrimonial de este enclave medieval y la necesidad de preservarlo para las generaciones futuras.
Detalles arquitectónicos en cada esquina
Adentrarse en la Vila Closa es como viajar en tren y bajarse en el pasado. Sus calles laberínticas te llevarán a descubrir auténticos tesoros arquitectónicos que han resistido el paso del tiempo.
El castillo de Montserrat
En la zona más alta, dominándolo todo, se alza el imponente Castillo de Altafulla, también conocido como Castillo de Montserrat. Aunque su primera mención documental data de 1059, el edificio actual es principalmente del siglo XVII, fruto de una importante remodelación. Su planta irregular, con diversas torres almenadas y garitas de vigilancia, le confiere un aspecto de fortaleza inconfundible.
Desde sus torres, podrás disfrutar de unas vistas espectaculares del Baix Gaià y, por supuesto, del Mediterráneo. Aunque el castillo es de propiedad privada, desde octubre de 2019 se ha abierto parcialmente al público gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento. Esto permite visitar algunas de sus dependencias y descubrir su rica historia. Si estás pensando en visitarlo, te recomiendo verificar los horarios y las condiciones de acceso antes de planificar tu visita.
L’Esglèsia de Sant Martí.
La Iglesia de Sant Martí
Otro edificio emblemático de la Vila Closa es la Iglesia de Sant Martí, construida entre 1701 y 1705 en un elegante estilo neoclásico. El templo, diseñado sobre una planta de cruz latina con tres naves, destaca por su sobria belleza arquitectónica. En su fachada, la imagen de San Martín de Tours llama la atención, mientras que su campanario, de sección cuadrada, quedó inacabado.
A pesar de sufrir daños considerables durante la Guerra Civil, la iglesia conserva un valioso retablo barroco de 1745. Este templo no solo es un importante lugar de culto, sino también un referente cultural para los habitantes de Altafulla, especialmente durante la fiesta mayor dedicada a su patrón, Sant Martí, que se celebra cada 11 de noviembre.
La Plaça del Pou: el corazón de la Vila Closa
La Plaça del Pou, cuyo nombre significa «la plaza del pozo», es el auténtico corazón de la Vila Closa. Este encantador espacio está presidido por el edificio del Ayuntamiento de Altafulla y rodeado de casas señoriales del siglo XVIII, que le confieren un aire histórico y elegante. Sin duda, es el centro neurálgico de la localidad.
En esta plaza también se encuentra la Oficina de Turismo, un punto de información imprescindible para los visitantes. Además, aquí podrás admirar un monumento dedicado a Els Castellers, las famosas torres humanas catalanas que son símbolo de la cultura y la tradición de la región. La Plaça del Pou es, además, el punto de partida de la ruta de los Quatre Camins, una invitación perfecta para explorar los impresionantes alrededores naturales de Altafulla.
La Plaça del Pou (La plaza del pozo).
Arquitectura Medieval
La Vila Closa no se limita a sus edificios más emblemáticos. Si te adentras en sus estrechas calles, descubrirás rincones llenos de encanto, como el pasaje de Santa Teresa, un curioso pasadizo que conecta diferentes niveles de la villa. También merece la pena pasear por La Plaçeta, una pequeña plaza desde la que se divisa el mar. Y no podemos olvidar el Carrer del Forn, otra de las calles características que forman parte de este laberinto medieval.
La arquitectura de la Vila Closa evoca su pasado medieval en cada detalle. Sus calles empedradas y sinuosas, flanqueadas por edificios antiguos —algunos con más de 300 años de historia—, nos transportan directamente al pasado. Aquí se aprecia una combinación de estilos arquitectónicos que reflejan la evolución histórica del lugar. Aunque su origen es medieval, la influencia renacentista es notable, especialmente en la imponente presencia del castillo.
Durante los siglos XVIII y XIX, se construyeron muchas de las casas señoriales que hoy admiramos, aportando elementos barrocos y neoclásicos al conjunto. Detalles únicos, como el mencionado pasaje de Santa Teresa o la forma irregular del recinto amurallado, contribuyen a la singularidad y el encanto especial de la Vila Closa. La combinación de la robustez de la arquitectura medieval con la elegancia de las fachadas posteriores crea un agradable paisaje urbano fascinante y lleno de historia.
La Casa Robert, un edificio de Altafulla protegido como bien cultural de interés local.
Una experiencia para los sentidos
Visitar la Vila Closa puede ser mucho más que una simple visita turística; todo depende de cómo decidas vivirla. Al pasear por sus calles, se percibe una atmósfera tranquila y elegante —aunque el día que tomé las fotos habían llegado varios autobuses llenos de turistas—, que invita a la relajación y al disfrute del momento.
Caminar por sus calles centenarias es como emprender un viaje al pasado. Te recomiendo «callejear» sin ningún objetivo, sin rumbo fijo y sin expectativas; porque lo mejor siempre acaba apareciendo ante tus ojos. Descubrirás rincones escondidos, disfrutarás de la arquitectura y te envolverá un ambiente sereno. Para culminar la experiencia, nada mejor que hacer una parada en alguno de sus encantadores restaurantes o bares de tapas, donde podrás degustar la rica gastronomía local.
Información útil para el viajero
Para planificar tu visita a la Vila Closa, es importante tener en cuenta algunos detalles prácticos. Los horarios de visita de los monumentos pueden variar, por lo que es altamente recomendable consultar la información más actualizada en la Oficina de Turismo.
En cuanto al Castillo de Altafulla, al ser de propiedad privada, su acceso al interior es limitado y puede depender de eventos públicos o visitas concertadas. La Oficina de Turismo, ubicada en la Plaça del Pou, ofrece visitas guiadas a la Vila Closa, una excelente manera de no perderte lo más relevante. Además de estas visitas, existen otras rutas turísticas recomendadas en la zona, como la Ruta de los Castillos del Gaià o la Vía Verde del Baix Gaià, que permiten explorar los alrededores de Altafulla.
En la Vila Closa y sus alrededores, encontrarás una amplia oferta de servicios para los visitantes, incluyendo restaurantes con encanto, bares de tapas que deleitarán tus sentidos y, probablemente, algunas tiendas de recuerdos para llevarte un pedacito de Altafulla a casa.
El Ayuntamiento de Altafulla, en el centro de la Vila Closa.
A continuación, encontrarás una tabla con los principales eventos culturales anuales que se celebran en Altafulla:
Evento | Fecha Aproximada | Descripción |
Noche de Brujas | Finales de Junio | Mercado esotérico y artesanal, espectáculos relacionados con la leyenda de las brujas de Altafulla. |
Feria de Artesanos | Mediados de Agosto | Muestra y venta de productos artesanales locales. |
Fiesta de Sant Antoni | 11 de Septiembre | Celebración local dedicada a Sant Antoni. |
Fiesta de Sant Martí | 11 de Noviembre | Fiesta mayor del pueblo dedicada a su patrón, Sant Martí. |
Semana Santa | Marzo/Abril | Celebraciones religiosas tradicionales. |
Carnaval | Febrero/Marzo | Celebración festiva con desfiles y actividades. |
Cultura y Tradición Vivas
La Vila Closa no es solo un lugar con una rica historia, sino también un espacio donde la cultura y la tradición siguen muy vivas. A lo largo del año, se celebran diversos eventos culturales que atraen a visitantes y locales por igual. Uno de los más destacados es la Noche de Brujas, que tiene lugar a finales de junio y transforma la Vila Closa en un escenario mágico con un mercado esotérico y artesanal, además de espectáculos relacionados con la leyenda de las brujas de Altafulla.
En agosto, la Feria de Artesanos ofrece una oportunidad para descubrir y adquirir productos elaborados por artesanos locales. Además de estos eventos temáticos, las fiestas patronales de Sant Antoni y Sant Martí son momentos importantes en el calendario festivo de Altafulla, llenos de tradición y fervor popular. Aunque no se menciona un mercado semanal regular en la Vila Closa, es posible encontrar mercados artesanales o temáticos en fechas señaladas, como el que se celebra durante la Noche de Brujas.
El Castillo de Altafulla o Castillo de Montserrat
Secretos y encantos de Altafulla
Más allá de sus monumentos y eventos, la Vila Closa esconde algunos secretos que enriquecen la experiencia del visitante. Una curiosidad histórica poco conocida es que el primer asentamiento se ubicó originalmente en la colina de Els Munts, cerca de la costa, trasladándose posteriormente a la actual Vila Closa en busca de mayor protección.
Entre sus leyendas más fascinantes destaca la tradición de la Noche de Brujas, que evoca un pasado lleno de creencias populares y supersticiones, añadiendo un aura de misterio al lugar. En la playa, las antiguas Botigues de Mar -pequeños almacenes utilizados por pescadores y comerciantes- se han transformado con el tiempo en las pintorescas casas de veraneo que hoy adornan el litoral. Igualmente interesantes son las antiguas eras y cabañas de piedra seca dispersas por el término municipal, testigos mudos de un pasado agrícola que ha marcado profundamente el paisaje y la cultura local.
Conclusión: un viaje en el tiempo
La Vila Closa de Altafulla trasciende el concepto de destino turístico para ofrecer una auténtica inmersión en la historia y cultura mediterráneas. Desde su imponente castillo renacentista hasta el laberinto de callejuelas empedradas, cada rincón respira historia. Los eventos culturales, las tradiciones vivas y los secretos ocultos convierten este lugar en un tesoro único de la Costa Dorada.
Si buscas un rincón donde la historia, la arquitectura y la belleza natural se funden en perfecta armonía, la Vila Closa de Altafulla te espera con los brazos abiertos. ¡No dejes que te lo cuenten y descúbrela por ti mismo!

L’Esglèsia de Sant Martí, vista por el otro lado.
Otro rincón de la Vila Closa de Altafulla.
Las calles del lugar contagian su armonía al visitante.
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